Impresiones de un Abogado tradicional sobre la Inteligencia Artificial y el Reconocimiento de voz
Año 2025, por ejemplo. Tengo prisa. Salgo de casa. El ascensor inteligente me baja a la calle. Un coche autónomo y no contaminante se precipita en recogerme sin solicitarlo. Llego al despacho. Se abre la puerta con reconocimiento de mi retina. Saludo al ordenador y me siento dispuesto a empezar la jornada...